recomiendo este lugar insistentemente for un par de noches

Cálido alojamiento, agradable ambiente, los preciosos patios interiores aportaron un toque acogedor a nuestra estadía, y la cercanía a monumentos significativos nos permitió explorar fácilmente sin necesidad de transporte, ya que está a solo 10 km de distancia.

Nada de nada

La ubicación era excelente y muy accesible.

La Pensión La Montorena destaca por su personal atento y amable, especialmente Daniel, quien me ayudó con recomendaciones locales y consejos útiles. Además, la ubicación es perfecta, a poca distancia de las principales atracciones de Sevilla.

La señal de Wi-Fi podría mejorar, especialmente en habitaciones.

La ubicación es genial, cerca de todo, lo que nos facilitó visitar el Paseo de Cristóbal Colón. La gente del lugar fue muy amable, especialmente al guardarnos las maletas. Disfrutamos de una buena terraza para relajarnos después de un día con maridito.

Mi mujer dice que el acceso a la habitación con equipaje fue complicado. Hubiera sido genial tener un ascensor para familias con niños.

Estar en Pensión La Montoreña es como estar en un rincón secreto de Sevilla. Los patios andaluces y la terraza son perfectos para disfrutar de un café y un descanso tras un día de exploraciones. El WiFi gratuito permite compartir cada momento, ¡todo un lujo para un viajero moderno!

Acceso complicado

la terraza en la azotea es genial para relajar, pero la habitación es demasiado pequeña.

Wi-Fi lento, la atención del personal es buena. Cocina útil y limpia.

Aunque la habitación era pequeña, tenía un aire acogedor que algunos podrían apreciar. Además, la limpieza del baño merece una mención positiva, ya que se notaba que se había prestado atención a los detalles.

La entrada se encuentra en un callejón estrecho, lo que puede resultar incómodo al llegar con equipaje. La habitación era oscura y la televisión parecía obsoleta, lo que no ayuda a crear un ambiente agradable. Las sábanas estaban desgastadas y encontré pelos en la cama que evidentemente no eran míos, además de pequeñas hormigas. En los pasillos, se acumulaba el calor y las escaleras, especialmente las del segundo piso, son empinadas, lo que puede ser un reto para quienes tienen dificultades de movilidad. noté problemas en el lavabo del baño, que al ser muy pequeño, dificultaba el uso cómodo.

La habitación era espaciosa y tenía un baño privado, ideal para nuestra familia. La terraza exterior nos permitió disfrutar del aire fresco. El ambiente era acogedor y la limpieza fue impecable. Sin duda, volvería a quedarme aquí. 🌞

La habitación era bonita, limpieza diaria y el personal estuvo siempre dispuesto a ayudar. La ubicación me encantó, estaba cerca de la catedral y otros sitios emblemáticos, lo cual lo hizo perfecto para explorar la ciudad.

La calidad del wifi podría mejorar y podría ser molesto el ruido de las escaleras, especialmente para quienes regresan tarde.

Encantador, encantador, encantador

Disfruté cada rincón de este lugar. La azotea es perfecta para relajarse con una cañita después de un día de aventura. La limpieza fue impecable, y cada mañana encontré habitaciones listas y frescas. ¡Me sentí como en casa! 🌞

100% recomendable 😍❤️

Un enclave encantador en Sevilla

La ubicación es perfecta, en calles interiores que te permiten disfrutar de la tranquilidad, pero estás a un paso de todo. El personal fue muy amable y se notaba que estaban dispuestos a ayudar. Sin embargo, el acceso a la habitación fue algo complicado, especialmente con equipaje pesado y escaleras empinadas.

Los preciosos patios interiores realmente hicieron nuestra estancia más acogedora, y la habitación contaba con un patio exterior muy agradable. Me encantó disfrutar de un buen rato en la terraza tomando un café y relajándome después de un día de paseos. Solo me hubiera gustado que la presión del agua en la ducha fuera un poco mejor. ☕

La pensión está en un barrio muy bonito de Sevilla, lo que facilita visitar la ciudad a pie. La habitación que elegimos era espaciosa y contaba con baño privado, lo cual resultó ideal para viajar con un niño pequeño. Tenía un patio hacia el exterior que hacía que la habitación se sintiera más luminosa. Sin embargo, encontramos algunos inconvenientes. Nos faltaron gel y champú en el baño, algo que habría sido útil. Además, la entrada separada de la recepción fue incómoda, especialmente al llegar con mucho equipaje y un cochecito. El aparcamiento también fue un problema, ya que no pudimos encontrar un lugar cerca y tuvimos que caminar 15 minutos para dejar el coche. Aunque la pensión es cómoda, hay aspectos que podrían mejorar.